



Aquí convergen los cuatro elementos en comunión con el desierto, el mar, las montañas y las aves para manifestar una danza de colores y quietud que reflejan la magnificencia de este espacio único, mágico.
Esta mezcla de fuerzas naturales aparentemente externas comunican la alquimia que descubro en mi interior. Así reflejan el potencial de la belleza inagotable de mi serenidad espiritual.
Rossana Lloréns Samperio
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